El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo declaraciones controversiales respecto a los colectivos que buscan a personas desaparecidas, afirmando que algunas de ellas trafican con el dolor humano. Estas declaraciones surgieron luego de que se encontraran restos óseos en la Ciudad de México, y él sugirió que ciertos grupos están lucrando con el sufrimiento de las familias afectadas.
En su conferencia de prensa matutina, el mandatario expresó su preocupación por la forma en que se manejan estos hallazgos, insinuando que existe un interés económico detrás de las búsquedas. Sin embargo, no proporcionó detalles específicos o evidencia que respalde sus acusaciones.
Las reacciones a estos comentarios no se hicieron esperar. Varios colectivos de familiares de desaparecidos y organizaciones de derechos humanos condenaron enérgicamente las declaraciones del presidente, considerándolas ofensivas y desalentadoras para aquellos que han dedicado sus vidas a encontrar a sus seres queridos. Señalaron que estas acusaciones generalizadas solo añaden más dolor a las familias que ya están sufriendo por la desaparición de sus seres queridos.
Además, se resaltó la importancia del trabajo de los colectivos en un país que enfrenta una crisis de desapariciones. México ha registrado miles de personas desaparecidas en las últimas décadas, y muchos consideran que las autoridades no han hecho lo suficiente para encontrar a estas personas y llevar justicia a las familias afectadas.
Este episodio refleja las tensiones crecientes entre el gobierno y las organizaciones de la sociedad civil que exigen acciones más contundentes para abordar el problema de las desapariciones en México. A medida que el debate continúa, las familias de los desaparecidos esperan que su voz sea escuchada y que el enfoque se centre en encontrar a sus seres queridos.