Un nuevo estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha emitido una alerta global: casi un tercio de las muertes por cánceres de piel no melanomatosos están vinculadas a la exposición laboral a la radiación ultravioleta solar. La investigación pone de manifiesto la urgencia de políticas efectivas de protección para aquellos cuyos trabajos los exponen al sol de forma regular.
La estadística es alarmante: en 2019, cerca de 19 mil personas fallecieron debido a este tipo de cáncer de piel menos agresivo que el melanoma, como el carcinoma basocelular y el espinocelular. Estas cifras casi duplican las muertes registradas en 2000, mostrando un aumento del 88% en menos de dos décadas, lo que resalta la creciente amenaza de la radiación UV en la salud de los trabajadores al aire libre.
Ante esta alarmante realidad, la OMS y la OIT instan a los gobiernos y empleadores a tomar medidas más estrictas. Las recomendaciones incluyen proporcionar más sombra, evitar trabajar al mediodía, cuando la radiación solar es más intensa, y suministrar protectores solares y ropa adecuada para minimizar la exposición nociva. Estas medidas buscan prevenir no solo las muertes sino también mejorar la calidad de vida laboral.
Además de las recomendaciones de prevención, los organismos enfatizan la importancia de servicios y programas para detectar signos tempranos del cáncer de piel. La OMS, junto con la OIT y otras agencias como la Organización Meteorológica Mundial, han lanzado la aplicación SunSmart UV, que ayuda a los trabajadores a estimar y gestionar su exposición a la radiación ultravioleta, contribuyendo así a una mayor conciencia y autocuidado.