La Ciudad de México se prepara para enfrentar un periodo de calor intenso en las próximas dos semanas, con temperaturas que podrían alcanzar los 32 grados Celsius, según ha advertido la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil. Este aviso especial destaca la importancia de tomar precauciones ante el incremento de las temperaturas, la elevada radiación UV, y la alta concentración de contaminantes atmosféricos.
Del 2 al 16 de marzo, se espera que la capital del país experimente condiciones climáticas extremadamente calurosas, con cielos mayormente despejados y sin precipitaciones. Esta situación pone de relieve la necesidad de adoptar medidas de protección solar, hidratación adecuada, y el uso de vestimenta apropiada para mitigar los efectos del calor y la exposición directa al sol.
La Secretaría ha emitido una serie de recomendaciones para la población, incluyendo evitar la exposición prolongada al sol, consumir abundantes líquidos, y preferir espacios frescos. Además, se aconseja el uso de bloqueador solar, ropa ligera de colores claros, gafas de sol, sombrilla, y gorra para protegerse de los rayos UV.
Este fenómeno climático ocurre en un contexto donde el 90% de la CDMX enfrenta una sequía severa, exacerbada por la presencia del fenómeno de ‘El Niño’, que aunque se espera que caduque pronto, ha contribuido significativamente a la escasez de lluvias y la disminución de la capacidad del sistema Cutzamala. La situación hídrica de la ciudad es crítica, con impactos que se extienden más allá de sus límites.
A nivel global, el aumento de las temperaturas es un recordatorio de los desafíos climáticos que enfrentamos. En julio de 2023, se registraron los cuatro días más calientes en la historia, según mediciones instrumentales. Aunque CDMX no se espera que rompa su récord de temperatura máxima histórica de 33.9 grados Celsius, establecido en mayo de 1998, la tendencia al alza en las temperaturas subraya la urgencia de acciones climáticas y de adaptación.