Sheinbaum exige respeto a migrantes ante redadas en EE.UU.; California desafía a Trump por despliegue militar
En respuesta a las redadas migratorias implementadas en Los Ángeles por orden del expresidente Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum lanzó un mensaje claro desde Palacio Nacional: los procedimientos migratorios deben llevarse a cabo con respeto y apegados a los derechos humanos. Durante su conferencia matutina del lunes 9 de junio, la mandataria condenó los actos violentos durante las protestas, pero también alzó la voz contra políticas que, a su juicio, criminalizan la migración y ponen en riesgo a las comunidades mexicanas en Estados Unidos.
Sheinbaum enfatizó que su gobierno no avala actos como la quema de patrullas durante manifestaciones recientes, y exhortó a los connacionales a mantener la calma y actuar pacíficamente. A la par, reafirmó que México activó toda su red consular para ofrecer protección legal a los migrantes detenidos, y para informarles sobre sus derechos frente a operativos migratorios. “No compartimos el uso de la violencia, pero tampoco callaremos ante la criminalización de quienes han contribuido por años al desarrollo de EE.UU.”, puntualizó.
Desde California, las tensiones escalaron cuando el gobernador Gavin Newsom y el fiscal general Rob Bonta anunciaron una demanda contra Trump por federalizar a la Guardia Nacional sin autorización del estado, con el fin de contener las protestas. Bonta calificó esta acción como una violación directa a la soberanía estatal y aseguró que su equipo legal buscará revertir esta medida en los tribunales. Al mismo tiempo, Trump avivó la controversia al sugerir que apoyaría el arresto del gobernador, en declaraciones recogidas por medios como CNN y The Guardian.
La situación se volvió aún más compleja cuando se confirmó que Christopher Landau, subsecretario de Estado de EE.UU., iniciará una gira por México, El Salvador y Guatemala del 10 al 13 de junio. Su objetivo: reforzar la cooperación comercial y abordar la “inmigración ilegal”. Este viaje diplomático se da justo cuando el conflicto por las redadas migratorias escala en el ámbito político, social y jurídico tanto en EE.UU. como en México.
Sheinbaum concluyó su posicionamiento subrayando que la mayoría de los mexicanos en EE.UU. son personas trabajadoras, muchas de ellas con años de residencia y con documentación en regla. “Estados Unidos los necesita, y México los respalda”, sentenció. Desde ambos lados de la frontera, el episodio deja claro que la migración seguirá siendo un punto de fricción que exige soluciones multilaterales, más allá de discursos o despliegues militares.