¿Repetir el 2003…? Ni que hubiera valido la pena.
Quieren repetir la administración 2003 y 2006 en Cuautitlán Izcalli. Con todo y sus excesos y bondades (si las hubiera). Y sí, exactamente los mismos.
Interesante la historia donde nuestro edil de ese entonces, Alfredo Durán, viajó a Italia y Grecia con motivos de trabajo durante 22 días (igual que muchos alcaldes Panistas como Ulises Ramírez y cómo no, si eran las épocas doradas de Pemex) y por supuesto que hoy seguimos esperando los beneficios de ese pequeño y nada transparente viaje. Y ni qué decir, del inicio del fuerte y letal endeudamiento al municipio y laudos laborales impagables. Lo mejor o lo peor, es que algunos de los que hoy buscan la presidencia eran regidores (Karla Fiesco, Armando Bautista, Francisco Rojas) y le aprobaron todo. Y como estas historias, hay muchas.
https://www.jornada.com.mx/2003/11/06/034n1est.php?origen=estados.php&fly=
Cuautitlán Izcalli enfrenta la posibilidad de renovar a su vieja y mañosa clase política rumbo a la construcción de un nuevo país con nuevas ideas y nuevos perfiles ¿Ya dije nuevos? O regresamos a empoderar al menos una década más a esos que aparecen puntualmente cada 3 años, con recetas mágicas para lo que no se hizo bien durante los años que ellos estuvieron. 15 años después de esa sombría administración que fue parte del inicio del declive administrativo de este municipio. ¿Renovar o perpetuar?
Por cierto, no recuerdo monarquías que gusten o funcionen sin el enojo del pueblo, además de que es la antítesis franca de lo que hoy decimos favorecer y respetar: La democracia.
La elección para presidente municipal del 2021 se definirá de nueva cuenta en Morena, por eso hemos visto que literalmente se pelean por el puesto, o las recientes migraciones del PAN o PRI a Morena, saben la garantía de triunfo electoral que de nuevo trae la cargada presidencial y que las múltiples encuestas lo dicen para las gobernaturas de los estados, diputaciones federales, locales y presidencias municipales. Siempre han dicho que Izcalli es diferente electoralmente (Esa fascinación del ego del soy único y nadie me merece) y yo veo que se comparta exactamente como el resto del país.
Hacerlo al revés es suicida o simplemente el que lo hizo ya se aseguró de tener una regiduría o sindicatura de esas que aunque se pierda, se gana. He escuchado muchos en el PRI y el PAN que no harán campaña o campaña de brazos caídos. El PRD son los papás, o bueno, no existen. La traición ideológica es fuerte, pero la traición a la pobre militancia es peor aún. Muchos azules se aferran a que juntos suman, la realidad es que afianzan los dichos históricos de complicidad por los que han sido señalados. y sí, efectivamente, una alianza de este tipo no significa sumar forzosamente, pero si la posibilidad de encasillar en un solo lugar, todo lo malo de la política. Al fin, fuera máscaras.
Toda candidatura fuera de Morena está construida sobre el aire o la necesidad del 3 porciento para sobrevivir y muchos de los 11 partidos políticos que aparecerán en el Estado de México no lo van a lograr. El chiste es lograr el 3 para aliarse con cualquiera de los 2 grupos que se han formado: Morena-satélites o PRIANRD. Demócratas o republicanos. ¿Polarización? ¿Dónde vimos esto recientemente?
De los valores y de la ideología eso ni parece relevante de mencionar cuando lo que se quiere es el poder por el poder o el dinero fácil y corrupto. Y dado lo visto, ni valores y mucho menos ideología. Tan solo si hubieran visto a tanto político que hoy se dice Obradorista lanzando improperios contra el disminuido Morena del 2013 que yo conocí localmente y sus años posteriores. Entre prensa y políticos mezclaban sus pasiones en forma de clasismo y racismo. No se daban cuenta o ya no se quieren acordar. La vida da muchas vueltas ¿Verdad? Y eso que no empezamos esta historia desde el 2004 cuando todo era más adverso aún.
Ahora resulta que todos quieren ser y siempre fueron morenistas y hasta Obradoristas de corazón. De entrada Morena es Obradorista por sí misma y deberían estar preocupados por formar un partido político fuera de esa idea única. No porque sea mala, si no por salud política y del partido a mediano plazo.
Tan forzado es el asunto que algunos no conocen los símbolos institucionales del partido como que el águila juarista ya ni está en uso, ni el lema que usan en su propaganda corresponde a la actualidad. Otros se han olvidado de hasta sus colores y partido que representan. Con razón en los fundamentos de algunos partidos viene una parte de la biblia enmarcada o debería decirlo:
Jesús le dijo: En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Dicen, dicen.
Es probable o al menos deseable que después de la elección 2021 se reformen los estatutos para el 2024. Hoy el partido en el poder permite a cualquiera participar o al menos insinuar usar las siglas y colores del partido prestándose a malos chistes, aprovechamientos políticos de personajes indeseables y de lo que creo que no parecen estar recordando muchos y es más importante: ¿Y la militancia?
Un proceso como el de hoy hace parecer que el show mediático e hipócrita es necesario para llegar a obtener relevancia para ser considerado en el proceso. Tendremos que esperar para ver los resultados del proceso de selección y ojalá se haga valer la militancia.
En lo personal, e insisto, creo que la elección para presidente de Cuautitlán Izcalli será para Morena en cualquiera de sus representaciones, pero creo que deben quedar favorecidos los que hoy militan en Cuautitlán Izcalli. Tendrán que apegarse a los procesos democráticos que el partido ya aceptó y encontrar formas de reconstruir el diálogo y un partido único en el municipio y el estado. El caos es caldo de cultivo perfecto para los oportunistas y si no vea el Covid como una metáfora.
Al menos no todo es malo, veo ánimo de diálogo y negociación entre algunos líderes morenistas. ¡Tiempos emocionantes! ¡Tiempos de decisión! Tiempo de reconocer que Cuautitlán Izcalli ya creció en sus habitantes y sus formas de expresión política. Y entender que ya no se tiene el dominio político como antes, también duele. Entiendo la añoranza por el viejo Izcalli de hace 20 años en el que crecí, al que llegaron mis abuelos en los 70´s , yo mismo la padezco a veces.
Por eso es tiempo de renovar y volver a cosechar. Tristemente este mundo está cosechando lo que sembró desde hace 40 años. Desigualdad, pobreza, hambre y un planeta que no se da abasto ante nuestra imperante y siempre bien diseñada forma de consumismo voraz y egoísta. Apostar a sembrar lo mismo y que evidentemente ya castigó a nuestro país y a nuestras generaciones es ser cómplices de un futuro perdido.
El cambio duele, siempre se dijo, nunca se negó.