Durante alrededor de ocho horas miles de mujeres marcharon desde el Monumento a la Revolución hasta el Zócalo de la CDMX, ocasionando que dichos dos km y medio de trayecto se vistieran con los colores morado y verde, distintivos de los movimientos feminista y pro-aborto, respectivamente.
Integrantes de pueblos indígenas, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), estudiantes, mujeres de la tercera edad y personas con discapacidades, conformando un grupo de más de 80 mil personas según el gobierno capitalino, exigieron igualdad y pronta respuesta ante la violencia de género.
Varios monumentos de la Ciudad de México fueron vandalizados, resultado de las manifestaciones, aunque quienes encabezaban el mitin pedían no realizar actos vandálicos y la no represión de las integrantes.
Durante la marcha se escuchaba, «Nadie puede entender el dolor de una hija o una hermana», «Le decimos al presidente que las víctimas tienen nombre y familiares», además de «Con falda o pantalón, respétame editor», esto por parte de las integrantes del grupo Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), mismas que piden que en el país se realice periodismo con perspectiva de género, respetando en todo momento a las víctimas de los delitos.
Mientras sonaban las canciones «Un violador en tu camino» y «Sin miedo», la protesta concluyó con la colocación de pancartas en el enrejado del Templo San Felipe Neri La Profesa.